Estelí, cuyos primeros pobladores de la época prehispánica se asentaron en el lugar conocido como “Las Pintadas” ubicado a cuatro kilómetros al oeste de la ciudad, pertenecían en su mayoría a la etnia matagalpa y en menor medida al pueblo mayangna.
Las Pintadas fue un santuario utilizado para las ceremonias y rituales religiosos y culturales, representados en el arte rupestre plasmado en los diseños, imágenes y signos grabados o esculpido en las rocas de este sitio. En este sitio se han encontrado algunos rasgos de la cultura nahuas, proveniente de México, manifestado en la manufactura de la cerámica y algunas toponimias, evidencia de la presencia de este último grupo en el territorio.
El segundo asentamiento de origen colonial, está ubicado a cuatro kilómetros al este de la ciudad y se llamó “Villa de San Antonio de Padua”. En 1823, fue trasladada al lugar actual de la ciudad de Estelí, conocida entonces como “Valle de Michiguiste” y en 1891, elevada a ciudad con el nombre de Estelí. El primer nombre del municipio fue San Antonio de Estelí.
En el trascurso del siglo XX Estelí se fue desarrollando rápidamente debido a la producción cafetalera, tabacalera y la ganadería, hasta convertirse en el centro de gestión de la región, por lo que es conocida como el “el diamante de las segovias”.
La Casa de la Cultura tiene el nombre del poeta revolucionario, Leonel Rugama, personaje destacado de la ciudad y de Nicaragua, cayó en combate ante la guardia genocida de Somoza, quien le pidió que si rindiera, contestando ¡Qué se rinda tu madre!; este espacio cultural es un lugar de referencia histórica y de promoción de la cultura del municipio, declarada Patrimonio Cultural de la Nación. Cuenta con espacios para exposiciones y se imparten talleres de iniciación artística, de artesanía, clases de música, danza y pintura. En una de sus salas está la galería de héroes y mártires.
En la fachada principal del edificio hay un mural pintado por una brigada internacionalista de artistas latinoamericanos que narra uno de los episodios de la insurrección de Estelí.
Museo de historia y arqueología Dr. Alejandro Dávila Bolaños
Museo de historia y arqueología Dr. Alejandro Dávila Bolaños: se exhiben objetos arqueológicos, etnológicos e históricos, así como documentos etnohistóricos y algunos petroglifos del sitio arqueológico Las Pintadas. Además una galería fotográfica de la historia de Estelí entre 1920 y 1979, objetos personales del poeta y guerrillero Leonel Rugama y una colección numismática.
El monumento del legendario guerrillero, Comandante José Benito Escobar, ubicado en el barrio que lleva su nombre, situado al este de la ciudad.
El cementerio, situado al oeste de la ciudad. Aquí están enterrados los guerrilleros que murieron en el Repliegue Táctico en abril de 1978, héroes y mártires de la Revolución.
En 1978, la ciudad sufre la primera insurrección para derrocar la dictadura de Somoza; en abril de 1979, durante la segunda insurrección contra el régimen, Estelí resiste seis días de lucha contra la Guardia Nacional, la defensa la encabeza el legendario comandante Francisco Rivera (El zorro).
Entre junio y julio del mismo año se llevó a cabo la tercera y última insurrección, hasta alcanzar el triunfo revolucionario y la liberación de Estelí, el 16 de julio de 1979. Por estas razones Estelí es conocida como la ciudad “Tres veces heroica”.
En la actualidad más de 100 murales en la ciudad, llenos de colorido y contenido, recogen las diferentes etapas de la historia de Estelí y de Nicaragua, especialmente la gesta de las tres insurrecciones de la ciudad y de la Revolución Popular Sandinista. Por ello, se ha ganado el titulo Estelí ciudad del muralismo.
Al conocer Estelí también observarás su arte público monumental: Escultura de la Alfabetización, Escultura del Centenario, a José Benito Escobar y Escultura al General Augusto C. Sandino.
Desde sus orígenes la danza y la música ha estado en la vida de los pobladores de Estelí siendo las polkas, mazurcas, corridos, jamaquellos, sones, zapateado, valses y otras tonadas norteñas las más representativas del folclore de Estelí.
En Nicaragua la polka y la mazurca representan uno de los géneros de la música folclórica, junto al jamaquello, que fueron introducidas por inmigrantes de Europa central y España que se asentaron principalmente en la zona norte del país.
Gracias a la recopilación de don Felipe Urrutia Delgadillo, Alfredo Quintero, Noel Pérez Urbina, Tellito Flores, Ulises González y Alejandro José Floripe Fajardo se ha recuperado una muestra completa del folclore de Estelí, fortaleciendo la particularidad musical de la zona.
Don Felipe Urrutia, conocido también como “recopilador de las segovias”, fue músico, compositor e intérprete. Patriarca de la música folclórica del norte de Nicaragua. Fue un baluarte del rescate, promoción y difusión de la música regional, como son las polkas, mazurcas, vals, corridos, zapateados, entre otras.
En 1972 don Felipe Urrutia creó el grupo musical Don Felipe y sus cachorros compuestos por sus tres hijos: Polo, Luis y Pedro. Urrutia fue merecedor de múltiples reconocimientos entre los que se destacan el de Hijo dilecto de la ciudad de Estelí, la Orden Augusto César Sandino y la Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío.
Murió el 26 de diciembre de 2014, dejando un gran legado musical folclórico al país. En la actualidad los nietos de don Felipe continúan su labor con el nombre de “Los cachorros de don Felipe”, reconocidos en toda la región.
Los talleres artesanales de marroquinería en cuero son un símbolo de identidad de los estelianos. Se destaca la elaboración de diferentes tipos de aperos para bestias de montar y las famosas botas vaqueras, conocidas internacionalmente y que son orgullo de Estelí.
Otros talleres artesanales de gran importancia son los trabajos en madera o ebanistería, reconocidos a nivel nacional por su gran calidad.
Las artesanías se realizan de diversos materiales de la naturaleza, entre ellos las acículas (hojas) y conos del pino para elaborar recipientes, adornos navideños y sombreros. De la hoja del maíz se realizan muñecos y cuadros.